Julien Offroy de La Mettrie nació en la ciudad francesa de Saint-Malo en 1709. Hijo de una familia de comerciantes, realizó estudios humanísticos completados más tarde con los de medicina. Sus ganas de saber y su avidez por la aventura, pronto lo llevaron lejos de su tierra natal. Primero a París y luego a tierras flamenca; algunas veces, incluso, huyendo de los que pensaban que sus ideas eran demasiado avanzadas para la época. La Mettrie fue sin duda el materialista más convencido y más radical de su generación. Sus escritos no fueron gratos a las mentes bien pensantes del momento, que los quemaron públicamente en 1746.
Debido a la inquina que La Mettrie provocaba entre teólogos y enemigos declarados del progreso del conocimiento, despertó la admiración de Federico II de Prusia, que le llamó en 1748 a Berlín para que fuera su lector y consejero. El papel que asumió La Mettrie en la corte berlinesa encendió los celos de Voltaire, quien no por ello dejó de lamentar su muerte cuando ésta se produjo en 1751. Y es que La Mettrie dejaba tras de sí una serie de obras, de entre las que sin duda destaca por la trascendencia que ha tenido a lo largo de los siglos posteriores El Hombre Máquina, en la cual rechaza de plano tanto el dualismo cartesiano como su concepción de la materia.