6 jul 2011

Una de Mussolini...

¡¡¡Esta pizza te vuela el peluquín!!!

La pizzería Il Duce se encuentra en un pequeño suburbio del Conurbano Bonaerense. Frecuentada ocasional y excluyentemente por italianos de la tercera edad, en ocasiones de la mano de sus nietos, es poco conocida dentro del circuito gastronómico del Conurbano. Su plato más popular es la pizza de Mussolini con faina… y moscato para acompañar. La combinación resulta brutal
¿Cómo me enteré de todo esto? Pues a raíz de una conversación que tuve con un pibe de la clase en un recreo:
- ¡Perón era facho! – gritaba a los cuatro vientos el pequeño borrego.
- No digas eso – le aconsejé.
- ¿Por qué no? – me indagó con cierta agresividad.
- Porque creo que no sabés bien qué fue el fascismo ni quién fue Mussolini.
- ¡Sí sé! – se encaprichó - ¡Mussolini es una pizza! ¡Tiene mucho queso, tomate y orégano!
Una grande de Mussolini
- ¿Cómo? – le pregunté, curioso.
- Sí, es una pizza muy rica. Lo ideal, dice mi abuelo, es comerla acompañada de un vaso de moscato. Yo, como soy chico, no puedo tomar moscato y él siempre me molesta por eso y se toma todo el moscato solo.
- ¿Y dónde puedo comprar pizza de Mussolini? Para probarla. Pareciera ser rica, por lo que me contás.
- Sólo se consigue en la pizzería Il Duce, acá, en el Conurbano Bonaerense.

¡¡¡Y moscato para acompañar!!!


Al otro día viajé hacia la pizzería. Ni bien hube entrado, la clientela habitual me estudió con detenimiento. Un gran silencio se apoderó de la atmósfera del lugar. Me acerqué a la barra.
- Dame una porción de Mussolini y una faina – ordené.
- ¿Algo más? – me indagó el pizzero con aspereza.
- No, está bien así.
Continuaba el silencio. Los nervios se apoderaron de mí. Unos susurros –leves susurros- comenzaron a escucharse por lo bajo y ascendieron en su intensidad. El sudor comenzó a impregnarse de mi frente. Luego recordé:
- ¡Ah, si! Lo olvidaba… ¿Me das un vaso de moscato?
Todos los clientes estallaron en aplausos. Una sonrisa ilusa se dibujó en mi rostro. Comí tranquilamente.
Cuando hube llegado a mi casa, me recosté para dormir la siesta. La pizza, sin lugar a dudas, fue una cosa brutal…

2 comentarios:

BIOPUSSY dijo...

¿Esto es un relato basado en hechos reales? Pues me resulta familiar el nombre de dicha pizzería...

Little Freud dijo...

Eso te lo dejo a tu criterio, BIOPUSSY. Gracias por pasar y opinar.