12 dic 2011

Evaluación del año de la Grigori Zinóviev


Estimados camaradas:

Se acerca el fin de año y es necesario para nosotros emitir un breve comunicado haciendo un punteo de todo lo acontecido a lo largo de aquél, ya sea en la lucha de clases dentro del microcosmos universitario o en la lucha de clases en el macrocosmos del país, de la región y del mundo. La Grigori Zinoviev, si bien se proclama con justicia Agrupación a la Izquierda del ala Izquierda del Trotskismo Vanguardista Universitario, no se resigna a pensar a la Universidad como una burbuja situada territorialmente pero separada por barreras inconmensurables dada la trascendencia contingente de las características que la embisten. Es por ello que, junto a los logros, hazañas y denuncias de todo tipo que hubieron ocurrido en el presente año dentro de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), hablaremos también de lo acontecido fuera de ésta y que demuestra, de manera irrefutable y necesaria, cómo en el mundo el Movimiento Obrero Organizado está preparándose para hacer la Revolución-con-mayúscula, instaurando dictaduras del proletariado en todo el globo. Pero basta de presentaciones, es hora de iniciar la exposición. Dentro de la Universidad, si bien hemos tenido un rol de eternos observadores a lo largo del año, podemos destacar los siguientes acontecimientos:

5 dic 2011

Respuesta de las mujeres de la Grigori Zinóviev a la respuesta que hizo el administrador de este blog a los agravios de una primera carta de dicha agrupación contra él

Estimado doctrinario del Psicoanálisis:

No me sorprende la virulencia del ataque emitido a las mujeres de la Agrupación Grigori Zinóviev y al resto del género femenino que se presenta en la carta que envió el día 14/11/11 en calidad de defensa de la denuncia que nosotras, desde nuestro espacio político, le hubimos presentado anteriormente. Vergüenza ajena sentimos nosotras en muchos aspectos: por un lado, por que usted acepta que ha perpetrado el acoso sexual y, al hacerlo, la legitimación de las relaciones de dominación-machista-burguesa que continúan reproduciéndose en el espacio de sociabilidad pública y privada. Por otro lado, vergüenza ajena sentimos porque usted se autojustifica con aires de triunfalismo valiéndose de dicha tradición cultural que nosotras, desde el trotskismo vanguardista de izquierda feminista, buscamos que deje de ser herramienta social de legitimación de las prácticas de dominación. En un tercer aspecto, sentimos una profunda pena por usted (no debería sorprenderle esto ultimo dado que, considerando los estereotipos que ha estado utilizando para accionar como comunicador, de seguro afirma que la mujer es virtuosa, santa, abnegada, sumisa, extremadamente pasional, ausente de razón; en definitiva, tiernamente estúpida) porque se considera inimputable por sus declaraciones. Podríamos preguntarle, señor psicoanalista, si es que esa inimputabilidad de la que usted se vale no podría encuadrarse dentro de una categoría patológica pero sabemos su respuesta: usted nos considera a nosotras, al igual que a todo aquel que posee una ideología de izquierda, como sujetos patológicos, degenerados que no gozan de la preparación biológica o consciente para vivir en una sociedad sumida al completo quietismo y la explotación de los subalternos. Ese quietismo que usted, señor psicoanalista, celebra, no es otra cosa que la perpetuación de las relaciones de dominación del género masculino, de la clase empresaria, de la política democrática burguesa que enmascara tras el anonimato del voto a una dictadura burguesa que expulsa a contingentes de lúmpenes hacia la extracción de su plusvalía. Usted, señor psicoanalista, no debería de sorprenderse por nuestro rechazo hacia su figura y todo lo que usted representa. Nosotras, para usted y para todos los que legitiman esta forma de vivir la política, somos las enfermas, las patológicas, las degeneradas. Pero sabemos bien que es esta sociedad, que festeja a monstruos como usted, la que está enferma y nosotros, la izquierda revolucionaria de vanguardia trotskista vanguardista (¡LA VERDADERA IZQUIERDA!), somos la cura. Usted no lo considera así, y lo vemos claramente en la foto vuestra, donde deja en claro que piensa más con su entrepierna que consu cerebro; “¿mujeres haciendo política? [Debe pensar] ¡ABSURDO INVENTO DEL SIGLO XX!” No nos extraña, usted es un machista burgués y por personas así, repetimos, hoy en día continúan muriendo mujeres a lo largo y ancho del globo. ¿Por qué? Porque no pueden vivir ustedes, los hombres, a sabiendas de su castración fálica (usted, señor psicoanalista, debe de estar muy familiarizado con ese término), a sabiendas que la mujer del siglo XXI no está dispuesta a agachar la cabeza en señal de obediencia. No pueden vivir sabiendo que ya no estamos dispuestas a arrodillarnos frente a ustedes y vivir con la única aspiración de ser madres. La mujer está cansada de la opresión del género dominante, está cansada de la vida en la esfera privada, está harta del acoso sexual ofrecido a causa de los atributos que le otorgó la naturaleza. No podemos tolerar que un hombre que se cree inteligente, que “se pasa de vivo”, venga a repetir las mismas acciones que nos conducen hacia la tradicional dominación del macho. ¿Sabe lo que pensamos de usted? Que no es otra cosa más que un asqueroso burgués machista y asustado, que espera agazapado y no puede concebir en su chatura intelectual que las mujeres y demás oprimidos estén levantando la voz y exigiendo sus legítimas reivindicaciones. Usted no puede, en su pequeña vecindad estructural, reconocer que los tiempos han cambiado y la violencia con la que ustedes, hombres burgueses, han satisfecho su plena coacción y coerción hasta los límites de la voluntad, están cambiando para mejor. Pero debe acostumbrarse, señor psicoanalista, a esto. Debe acostumbrarse a la igualdad. Debe acostumbrarse a que podamos expresarnos en franco diálogo y en el mismo pedestal que debe ser la llanura. Seamos, de una vez por todas, iguales. Usted no lo desea así y no nos extraña; nunca es fácil para el que tiene poder y legitimidad social entregarse a la igualdad, pero si no se da ese primer paso, todo será en vano. Lo invito a reflexionar (aunque imagino que no lo hará) y me despido cordialmente. Siempre suya,

Bertha Pappenheim
Agrupación Grigori Zinóviev

4 dic 2011

Dialogando con mi conciencia


Edmund Husserl

UNA VOZ: Hola.
YO (en tono fatigado): Hola. ¿Quién sos?
(Aparece una persona enfocándose la cara con una linterna)
UNA VOZ: Soy tu conciencia, ¿quién más?